June 13, 2015 | De: Stephania WIlliams
Categorías: La educación y las escuelas
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La intimidación es algo que ha existido desde hace siglos, pero que ha recibido mucha atención recientemente. Y es que, así debe ser. Las personas que son víctimas de intimidación en la escuela quedan heridas, de una manera u otra, especialmente aquellas con necesidades especiales. La intimidación no es como el cáncer o como una enfermedad incurable ya que sí se puede detener, pero es necesario instruir a la gente. Sin embargo aún no hay normas federales estándares a seguir en las escuelas para educar a nuestros hijos sobre eso. Hemos avanzado, pero no creo que logremos obtener resultados hasta que se considere tan importante como leer, escribir y las matemáticas.
Somos una nación, y como tal debemos hacer algo. Con las nuevas normas que se le han enviado a los educadores en todo el país, los oficiales federales de la educación dicen que las escuelas pueden ser culpables si no hacen algo sobre la intimidación en la escuela. Especialmente cuando se trate de un niño con discapacidad. Un estudio que se hizo en 2012 descubrió que el 63% de los niños con autismo han sufrido de intimidación. Otro estudio del mismo año reportó que cerca de la mitad de adolescentes con autismo, discapacidad intelectual, problemas de habla y de aprendizaje fueron víctimas de intimidación en la escuela.
Recuerdo cuando mi hijo fue víctima de intimidación en la escuela, él tiene necesidades especiales de salud. Eso pasó hace 16 años, pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Fue devastador y un horror para mí saber que lo habían atacado y que yo no podía protegerlo. ¿Quiénes eran estos niños y cómo podían ser tan crueles?
La expresión que llevaba cuando llegó ese día quedó grabada en mi memoria, llevaba la cara escondida bajo su brazo, se sentía avergonzado, como si hubiera hecho algo malo. Cuando levantó su brazo vi que su cara estaba roja, su boca sangraba y que su cuerpo, delgado y frágil, estaba caliente y sudoroso. La tristeza se le veía en los ojos.
Sabía que había estado en una pelea e inmediatamente lo abracé y le prometí que todo iba a estar bien. Le empecé a preguntar sobre lo que había pasado, le pregunté qué había sucedido y quién le había hecho eso. En ese momento tocaron la puerta y mis vecinos dijeron que vieron a 6 niños (unos a pie y otros en bicicleta) rodear a mi hijo. Que lo golpearon una y otra vez mientras trataba de cubrirse. Que tomaban turnos y continuaron golpeándolo mientras mi hijo trataba de caminar hacia nuestra casa.
Nunca olvidaré la vergüenza que sintió cuando sus compañeros de escuela lo siguieron y lo empezaron a patear, golpear e insultar, eso nunca se me va a olvidar. Le causaron daño físico y emocional y estoy segura que mi hijo también recuerda bien ese día.
Así que llamamos a la policía y presentamos cargos en contra de los niños. Dos de ellos tenían cargos pendientes por otras maldades y fueron sentenciados a la correccional juvenil. El resto tuvieron que hacer servicio comunitario. En aquel entonces no había leyes ni información sobre lo que uno podía hacer en esos casos de intimidación en la escuela. El resultado fue de poco alivio para mi hijo y para mí. La mayoría de esos muchachos continuaron asistiendo a la escuela y aterrorizando a otros alumnos, además continuaron siendo completamente incapaces de llevarse con otros de una manera positiva. Al menos puedo decir que en nuestro caso, dejaron en paz a mi hijo.
Las nuevas normas sobre la protección disponible para los estudiantes, ya sean estudiantes de educación regular o que estén protegidos bajo la Ley de Educación para Personas con Discapacidades (IDEA) o la Sección 504 de la Ley de Rehabilitación, son muy claras. Ve la página de el derecho de tu hijo de recibir educación pública para mayor información acerca de IDEA.
Es más, las escuelas deben asegurar que la intimidación en la escuela, esté o no basada en la discapacidad de un estudiante, no interfiera con la posibilidad de recibir educación especial u otros servicios relacionados a la discapacidad.
Ésta no es la primera vez que los oficiales federales de educación le han recordado a las escuelas la responsabilidad que tienen de actuar al tratarse de la intimidación en la escuela de niños con discapacidad. El año pasado el Departamento de Educación informó a las escuelas que la intimidación en la escuela puede llegar a negarle a un niño el derecho a una educación pública adecuada (FAPE por su siglas en inglés) bajo IDEA, sólo en inglés. Y que de ser así, el resultado “es que el estudiante no recibirá un beneficio educativo significativo”.
Como padres de familia, y para ayudarnos a nosotros mismos, necesitamos entender nuestros derechos y ser capaces de enseñarles a nuestros hijos sobre la empatía y el respeto hacia los demás, algo que es vital que sepan. Por favor visita la página la intimidación en la escuela este sitio para mayor información.
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