De niñera a enfermera

Cada año, intentamos tomar nuestro descanso anual antes de volver a la rutina de clases de baile, tareas y citas de terapia. Tenemos la suerte de contar con una familia dispuesta y capaz de ayudar a cuidar a los niños día y noche. Ahora que son mayores, dos de mis hijos ya no requieren tanta atención. Pueden cuidar de sí mismos en gran parte. Me tranquiliza saber que cada vez hacen más por cuidar de sí mismos diariamente. 

Mi hijo de en medio es diferente. Hay todo tipo de tareas que se tienen que realizar para cuidarlo. Mi esposa y yo nos hemos dado cuenta de que entre más grande es, más tenemos que dejar de buscar una niñera y encontrar servicios de enfermería para que lo atiendan esas noches que pasamos fuera de casa. 

Puede ser que establecer una relación con las enfermeras resulte abrumador. No sé muy bien por qué. No tengo problemas para encontrar un terapeuta, un nuevo médico o distribuidor de artículos médicos. Sin embargo, encontrar servicios de enfermería me intimida. Tal vez la idea de que otra persona cuide de mi hijo me pone nervioso, y tal vez me angustia que mi hijo se esté haciendo mayor y sus necesidades sean más complejas. 

Sus necesidades no solo están cambiando, sino que también están evolucionando de forma distinta a las de mis otros hijos. No me malinterpreten. No es malo que sus necesidades estén cambiando, cada uno de mis hijos tiene sus propias necesidades especiales. Cada niño necesita un método de crianza diferente.

Y, sin embargo, el proceso de búsqueda de servicios de enfermería me tiene un poco atorado. No sé por dónde empezar, qué buscar o cómo conseguirlo. En cualquier caso, tengo que conseguir los servicios porque esos fines de semana y esas noches fuera son importantes para nosotros como pareja. Llegará el día en que no podré levantar a mi hijo y necesitaré ayuda. Pedir ayuda y obtenerla de personas calificadas es increíblemente difícil, pero forma parte de la gran experiencia de ser padre de mi hijo. 

Pasar de servicios de niñera a servicios de enfermería es otro hito en el crecimiento de mi hijo y es una bendición poder verlo. Y sí, tomar parte en esta transición me intimida completamente.

Conectarse con otros padres es una excelente manera de obtener apoyo e ideas de personas que han pasado por experiencias similares.