Lo suficientemente bueno

Los padres pasan de una rutina escolar activa de 8 a. m. a 3 p. m., donde los niños se involucran con sus compañeros en un ambiente de apoyo y predecible, a casi nada durante las vacaciones de verano. Para algunos niños, eso es genial. La fatiga escolar es algo real, y cada niño merece un descanso. 

Para los niños que necesitan previsibilidad y estabilidad, el verano puede ser una experiencia realmente desafiante. Nosotros, como padres, debemos apoyarlos a través de esa transición. 

A algunos de nuestros niños se les ofrecen servicios de Año Escolar Extendido (ESY, por sus siglas en inglés) a través de nuestros distritos locales. La experiencia de nuestra familia fue menos que ideal. Luchamos por esos servicios. Finalmente, después de señalar las diferencias entre los recursos disponibles para los niños neurotípicos y los niños con discapacidades, nos dieron tres horas al día durante cuatro días a la semana, lo cual es mejor que nada. 

Sin embargo, de eso se trata. Es mejor que nada. La escuela hizo lo mejor que pudo con los recursos que tenía, y fue mejor que nada. Fue “lo suficientemente bueno”. 

Estoy un poco cansado de “lo suficientemente bueno” como estándar. Por lo tanto, este año no nos molestamos con el ESY. Encontramos un programa que requiere que conduzca una hora para dejar y recoger al niño, pero es un gran programa. 

Con mis hijos neurotípicos, a menudo, escuchamos sobre la innovación en la educación, que motiva a los niños a ser su mejor versión y los desafía a salir de su zona de confort. Sin embargo, para la educación especial (SPED, por sus siglas en inglés) y otros recursos relacionados, parece que “lo suficientemente bueno” es, a menudo, el estándar. Tal vez, ese es el motivo por el que gran parte de la SPED está definida por la ley, pero suele sentirse que el mínimo es suficiente. 

Este es uno de los mayores desafíos que enfrentamos como padres. Hacer saber al mundo que “lo suficientemente bueno” no es suficiente para nuestros hijos. Se merecen todo lo mejor. 

La mitad de la lucha que hacemos es solo para que la gente reconozca que nuestros hijos merecen ser vistos como alguien con potencial. Que son merecedores de recursos y no solo deben conectarse a sistemas que son “lo suficientemente buenos”.

La próxima vez que esté en un Programa de Educación Individualizada (IEP, por sus siglas en inglés) o en una reunión de Admisión, Revisión, Alta (ARD, por sus siglas en inglés), recuerde que no tiene que conformarse con “lo suficientemente bueno”. Nuestros hijos merecen más. Nosotros, como padres, merecemos saber que estamos brindando la mejor oportunidad para nuestros hijos y no solo nos conformamos con lo que podría estar disponible para nosotros. 

Aprenda a abogar por su hijo.