February 26, 2018 | De: Shailen Singh
Categorías: Apoyo para la familia
Tengo miedo al pensar si mi hijo tendrá amigos en la escuela.
Es mucho para mí esperar que niños neurotípicos de 5 y 6 años sepan cómo interactuar con un niño no verbal que gatea. A pesar de todo, ya sea por su personalidad o discapacidad, mi hijo tiene una perspectiva bastante saludable de la vida. A él le gustan todas las personas a las que él cae bien. Sin embargo, él no busca hacer amigos.
Pero espero más de él. Quiero que las personas de su edad lo vean de la manera en que yo lo veo. Quiero que ellos quieran interactuar con él. Quiero que él tenga esa interacción social que no puedo darle.
Lo bueno es que tiene hermanos que lo aman y no lo conocen por su discapacidad, sino más bien como persona. Él no es "su hermano con una discapacidad", él es solo su hermano.
¿Es esto demasiado pedir a los niños en su clase? ¿Estoy preocupándome sin una buena razón?
Probablemente.
Pienso que esta es la parte más difícil de ser un niño de con una discapacidad. Puedo lidiar con el aislamiento de perder amigos. Estoy bien con eso. Pero no quiero eso para mi hijo. No quiero que él alguna vez se sienta aislado. Quiero amigos que sepan simplemente cuan genial é les realmente.
El desafío es todo esto de ser totalmente responsable de su bienestar. El no tener control de lo que sucede cuando no está conmigo. No quiero ser un padre de helicóptero que está merodeando constantemente. Quiero darle libertad para sea él mismo. Solo quiero asegurarme de que va a tener lo que creo que se merece: Amistad.
La mayoría de mis miedos no tienen nada que ver con mi hijo específicamente, sino lo que quiero para él.
Y cada vez que medito al respecto, me doy cuenta de que no le doy suficiente crédito y él es mucho más fuerte de los que creo que es.
Hay mucha más información disponible acerca de enviar a tu hijo con discapacidades a la escuela en la páginas de educación en las escuelas.
Cuando tiras una piedra en un estanque, se crean olas pequeñas en la superficie, a veces se extienden hasta muy lejos. Ahora que trabajo con muchas de las personas que alguna vez cuidaron a mi hija, veo las olas creadas por ella en muchos aspectos.
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