14 de Noviembre de 2022 | De: Family to Family Network
Categorías: La educación y las escuelas
Cuando a mi hijo lo diagnosticaron con autismo, me quedé congelada. ¿Qué me está diciendo el médico? ¿Mi hijo tiene autismo? ¿Qué significa eso? Como madre joven, supe que en algún momento necesitaría ayuda.
Me sentí muy sola, pero sabía que quería lo mejor para mi hijo. Leí muchos libros e investigué tanto que parecía que había regresado a la escuela. Quería saber cómo podría ser la mejor madre y abogar por mi hijo.
Recibí consejos de otros padres. Busqué artículos basados en investigaciones (por ejemplo, los resultados de cualquier estudio que estuvieran aprobados y documentados). Sentí que tenía que saber todo, lo bueno, lo malo y lo feo, para poder tomar decisiones.
También fue muy importante participar en grupos de apoyo y en grupos de juego. Fue muy reconfortante relacionarme con otros padres o con niños que han pasado por las mismas dificultades. Muchos ya estaban más avanzados en su camino y fueron una fuente excelente de información.
Hice toda mi investigación. Hablé con cualquier persona que pudiera decirme algo sobre el autismo. Sentí que entendía lo que nos esperaba más adelante.
Solo tenía que asegurarme de que mi hijo tuviera las herramientas necesarias para tener éxito en la escuela.
Así que me comuniqué con la escuela primaria más cercana. Hablé con el director y me proporcionó el número de teléfono de Child Find (en inglés). Child Find es un requisito legal para los distritos escolares y es un primer paso muy importante para que los menores con discapacidad reciban apoyos y servicios en la escuela.
También me comuniqué con organizaciones de apoyo a la familia como Red de recursos y Family to Family Network (en inglés). Me ayudaron a aprender sobre el proceso del Programa Educativo Individualizado (IEP) y así poder estar preparada para la primera reunión. Mi esposo y yo nos convertimos en sus principales defensores. Queríamos asegurarnos de que nuestro hijo recibiera su educación junto con sus compañeros en el aula.
Recibimos una invitación para la primera reunión de admisión, revisión y alta (ARD) de mi hijo. ¡Pensé que estaba preparada! Nos reunimos con el maestro, el consejero, el director y con alguien del departamento de educación especial de la escuela. Estaba asustada y nerviosa. Tenía miedo de hablar y hacer preguntas. Me senté en silencio a la mesa mientras cada miembro del equipo me dijo lo que sabía sobre mi hijo.
Entonces llegó la hora de compartirles lo que yo conocía sobre mi hijo.
Les dije que mi hijo no hablaba, pero que tenía la sonrisa más grande.
Le dije al equipo que a él le gustan los rompecabezas y estar cerca de otros niños.
Les compartí que tenía dificultades para levantar objetos pequeños del piso, sostener una cuchara y caminar.
También les expliqué que caminaba de puntillas.
Le dije al equipo que él ha estado usando lentes desde que era un niño pequeño.
Platicamos sobre los objetivos que podrían atender mis preocupaciones. Al final, hice lo mejor que pude para trabajar con la escuela a la vez que abogaba por mi hijo.
Es muy importante que tu hijo sea evaluado, entender el proceso del IEP, investigar y hacer preguntas. Aprende sobre las leyes de discapacidad. Como padre estás en tu derecho de abogar por tu hijo durante las reuniones de ARD e IEP. Ya que tú formas parte del equipo, tienes el derecho de estar en desacuerdo con cualquier objetivo establecido y solicitar otra reunión si es necesario para resolver el problema. Cuando participas activamente en la reunión del IEP, tu hijo tendrá mejores resultados.
En este enlace puedes encontrar más recursos sobre educación, escuelas y leyes relacionadas con la discapacidad.
Encontrar el ambiente escolar adecuado para nuestro hijo ha sido todo un reto. Estábamos muy contentos porque encontramos una escuela en línea adecuada para él.
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