22 de Junio de 2016 | De: Becky Tarwater
Categorías: La educación y las escuelas
Nuestra hija, Katelyn nació a las 25 semanas de gestación, pesando 1 lb. 13 oz. ¡Qué niña! Ella luchó por llegar a este mundo demasiado pronto, pero luego volvió a luchar para lograr sobrevivir. Nos encontramos con Katelyn en el Hospital de Niños de Denver, Colorado, en NICU. En el momento en que la vimos, se convirtió en la niña de nuestro corazón y nuestro segundo hijo a través de la adopción.
Katelyn batalló para crecer y tenía un defecto en el corazón. A los 13 meses, tuvo que someterse a una operación de corazón. Se esforzó por aprender. Nuestra hija necesitaba terapia física y ocupacional con el fin de empezar a ponerse al día con sus compañeros. Ella habló tarde, pero una vez que comenzó alrededor de los 2 años y medio, nunca dejó de hacerlo.
Katelyn fue evaluada para Educación Especial y calificó para asistir a la escuela justo después de su 3er cumpleaños. Ella era la líder de sus compañeros de clase en el PPCD. Trabajó tan bien que sus maestros sintieron que no necesitaba el programa el año siguiente.
Nos mudamos a Texas y queríamos ver lo que podía hacer por su cuenta en un ambiente educativo regular. Después de la mudanza buscamos educación privada y Katelyn encontró su hogar en San Pío X. Ella tuvo problemas con las pruebas (especialmente las pruebas estandarizadas), pero trabajó más duro que cualquier otro estudiante que jamás había visto. A veces queríamos insistir en tomar un descanso y que fuera a jugar con sus amigos. Ella desarrolló una ética de trabajo increíble que la ayudó a lo largo de su carrera escolar.
Después de su octavo grado, ella pasó a una escuela secundaria católica para chicas, asistió allí hasta 11º grado. Estaba decidida a terminar su prepa en la escuela pública. Katelyn calificó como un estudiante con TDAH y recibió el apoyo de educación especial. Ella también tuvo que tomar el TAKS por primera vez, teniendo un año para pasar todos los exámenes. Matemáticas se convirtió en su némesis. Una semana antes de la graduación, recibimos la noticia de que había pasado en su 3er intento.
Después de la graduación, Katelyn tomó un descanso de tres años de sus estudios y después tomó la decisión de ir a la universidad. Siempre determinada, trabajó tiempo completo y se convirtió en estudiante de medio tiempo. Encontró la Oficina de Servicios de Apoyo para la discapacidad en su Colegio de la Comunidad local. Ellos mantienen los registros de Katelyn y los profesores le proporcionan las adaptaciones necesarias. Ella tuvo que tomar cuatro clases remediales de matemáticas con el fin de calificar para el curso de álgebra requerida por la universidad. Cada semestre lo llevó al siguiente nivel, siempre mantuvo un promedio de "A". Finalmente calificó para tomar álgebra universitaria y por supuesto, obtuvo "A."
Katelyn utilizó apoyos a través de sus años universitarios tanto en el Colegio San Antonio como en la Universidad de Texas A & M en San Antonio. Algunos de las acomodaciones que necesitó fueron tiempo adicional para completar los exámenes y examinarla en un ambiente pequeño y silencioso. Sin la ayuda de los servicios de apoyo para la discapacidad, la carrera universitaria de Katelyn podría haber sido mucho más retante.
En diciembre de 2015 Katelyn se graduó de la Universidad de Texas A & M Magna Cum Laude con un título de Educación. Su sólido historial académico, espíritu tenaz y apoyo tanto de educación especial, como servicios para estudiantes con discapacidad le dieron la base para tener éxito. No podríamos estar más orgullosos de nuestra increíble hija.
Para más información acerca de ir a la universidad u otras oportunidades, consulta la sección de Transición a la edad adulta en este sitio web.
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