February 4, 2019 | De: Sharon Brown
Categorías: Apoyo para la familia
He tenido muchos maestros y mentores durante mi vida. Mi hija la cual tiene una discapacidad, es medicamente compleja y frágil, me ha enseñado más que cualquier otra persona. Es una mentora excelente y ni siquiera lo sabe.
Una de las lecciones más grandes de vida que me ha enseñado ha sido a no juzgar la forma en la que otros padres crían a sus hijos. Esto fue muy importante para mi pues siempre había tenido la mentalidad que el trabajo que hacia yo como madre era mucho mejor que el de las demás. Para ser honestos cuando estaba en mis veintes juzgaba a todos los padres y la forma en la criaban a sus hijos.
Estos pensamientos eran solo eso, pensamientos. Pero tenían un impacto en la forma que hacia las cosas. Y después me convertí en mamá y todo eso cambio. Mi hija, mi ángel, tan única y siempre haciendo sus cosas a su manera y a su propio tiempo. Ella me ha enseñado a pensar en todas las posibilidades.
Sus necesidades me han puesto en la situación en la que forzosamente he aprendido cómo se sienten los otros padres. Por ejemplo, una cama encerrada con barandal y mosquitero. Era necesario mantenerla segura en las noches cuando nosotros necesitábamos dormir. Ella no dormía nada. Esa cama es realmente un salvavidas la cual evita que se lastime o que se pierda en medio de la noche.
Hace diez años, antes de que ella necesitara o tuviera esa cama, yo me hubiera asustado con solo saber que este tipo de camas existían. Hubiera pensado que los papás estaban haciendo algo mal. ¿Cómo dice ese viejo dicho? “Si quieres conocer a Inés, vive con ella un mes.” Este dicho no puede ser más cierto. Y mi niña que es tan sabia, que me lo enseñó con la simple experiencia.
Creo que esta es una de las lecciones más importantes que he aprendido. Ha tocado cada parte de mi vida, pero especialmente, siento que me hace ser mejor mamá. Siempre estaré agradecida por la sabiduría de mi niña y de la suerte que tengo de ser su mamá.
Los padres que escuchan y aprenden de sus hijos encuentran en ellos a unos maravillosos maestros. Aquí encontraras otras historias de mamás.
Ser padre de un niño con discapacidad es un viaje, no un destino. Algunas personas se han enfrentado a ello desde que su hijo nació. Otras se han unido al viaje más tarde en la vida de su hijo.
Categorías: Apoyo para la familia
Mucho de lo que he escrito se centra en el trastorno del espectro autista de mi hijo y en los desafíos del ADHD. Solo por este momento, quiero enfocarme en la absoluta y hermosa felicidad que siento de ser su mamá.
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Es fácil agobiarse por los retos sociales a los que se enfrentan los niños con discapacidad. Pero si tomamos en cuenta el progreso de los últimos 80 o 90 años, podemos estar agradecidos de lo lejos que hemos llegado.
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