La historia de una familia que estableció la escuela en casa.

Recientemente visité a mi amiga Pam para ver a sus hijos durante un día escolar. 

Al entrar, noté un salón luminoso y soleado. Un pizarrón blanco, carteles de ciencia, el vocabulario de matemáticas y una bandera americana adornando las paredes. De hecho, parecía un típico salón de clases de la escuela intermedia, pero más pequeño y sólo con dos estudiantes, Connor y Brynna. Los estudiantes estaban atentos y aplicados. Estaban disfrutando de la lección de matemáticas. Después de eso, se tendrían a una excursión al Museo de los Bomberos. 

Bienvenidos a la “Escuela Familiar de Excelencia”.

La decisión de Pam de administrar un currículo de educación en el hogar vino después de años de buscar una escuela en la cual Connor tuviera éxito. 

Connor no encajaba en las expectativas de permanecer en silencio y no inquietarse. Se esforzó, pero simplemente no pudo detenerse. Le diagnosticaron síndrome de Tourette. Los síntomas incluyen tics motores involuntarios (movimientos) y tics vocales (sonidos). Estos síntomas hacen que sea difícil para Connor sentarse quieto y estar en silencio.

Pam se convirtió en abogada de Connor y de otros estudiantes con síndrome de Tourette. Ella compartió sus conocimientos con los maestros de Connor para facilitar sus necesidades educativas. Los educadores no escuchaban a Pam-quien es patóloga del habla profesional y sus sugerencias para la educación de Connor. Se dio cuenta de que Connor estaba siendo castigado por sus tics, lo que le provocó ansiedad y una sensación de fracaso. Después de muchos intentos de trabajar con sus educadores e intentar varias escuelas diferentes, la familia optó por la educación en el hogar para Connor. 

Al finalizar el segundo grado, Connor terminó muy por debajo del nivel de la clase. Así que el primer objetivo fue conseguir que se pusiera al día. Lo hizo en las primeras 6 semanas. Connor estaba mucho más feliz aprendiendo en casa, así que Brynna, quien estaba asistiendo a una escuela privada, decidió que quería aprender en casa también. La escuela en el hogar ha sido de gran éxito para ambos niños.  

Esta escuela ha estado abierta desde hace 6 años. Connor, de 13 años, es una estudiante de 8ᵛᵒ grado y Bryanna está en el 7º. Ellos estudian inglés, gramatica, matemáticas, estudios sociales y ciencias en su escuela de un solo salón de clases. Asisten a excursiones semanales con un grupo de estudiantes que también obtienen educación en el hogar. Asisten a conciertos y obras de teatro, van a museos, parques y pasan tiempo con sus amigos. 

Tienen más tiempo para socializar que muchos estudiantes que asisten a escuelas más tradicionales. El tiempo extra-curricular de Brynna lo utiliza en los establos, donde ella pasea con los caballos y trabaja con ellos. Connor es miembro de un club de ciencia inclusivo.

Cuando se le preguntó a Connor cómo se sentía acerca de utilizar un currículo de educación en el hogar, el respondió: "¡Me encanta! No hay muchos chicos, así que no me pondré hiperactivo ni nervioso. "Brynna también dijo que le encanta ser educada en el hogar. Cuando le pregunté qué cambiaría sobre la escuela en el hogar, respondió: "Quiero tener un armario." Ella quiere decorar totalmente el interior y ponerle una lámpara.

El tener una escuela en el hogar le ha permitido a Connor tener la oportunidad de aprender en un ambiente seguro y tranquilo donde tiene éxito. Brynna tiene más tiempo para pasar con su pasión, los caballos. Le ha dado a la familia la flexibilidad de pasar más tiempo de calidad juntos y convertir el tiempo de la familia en parte de su educación. 

Connor y Brynna están aprendiendo destrezas que son necesarias para ellos tener éxito en el futuro. Su progreso les promete una vida con resultados excepcionales. 

Aprenda más acerca de tipos de escuelas para niños con discapacidades para tu hijo en este sitio web.