El rechazo a la escuela

A lo largo de los años, los factores detonantes de la ansiedad de mi hijo han sido varios, como las interacciones con extraños, los zapatos, los puentes y los alimentos nuevos, por nombrar algunos. Nunca le ha gustado mucho la escuela y ahora le diagnosticaron trastorno de rechazo a la escuela. 

El rechazo a la escuela se clasifica dentro de la categoría de la ansiedad. Según la Asociación de Ansiedad y Depresión de América (ADAA), el rechazo escolar se define como “la negativa a ir a diario a la escuela, o tener problemas para permanecer en ella”. Mi hijo padece la mayoría de los síntomas: va seguido a la enfermería, tiene dolores de cabeza y de estómago, hace berrinche antes de ir a clases, sufre de ansiedad por separación y hasta rebeldía. 

Ya sabemos que los niños en el espectro autista experimentan el mundo desde una perspectiva más sensible. Esta sensibilidad, combinada con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (ADHD), puede crear la tormenta perfecta para un niño que siempre necesita tener el control de sus experiencias para saber qué esperar. La escuela, con sus rápidos cambios, no es necesariamente un lugar tranquilo. 

Por fortuna, el personal de la escuela se ha esforzado por ayudar de muchas formas, como dejarle tomar descansos, salir del salón de clases y acortando sus interacciones con los demás. Todas estas facilidades se han incorporado a su Programa Educativo Individualizado. ¡Que sea recibido por una persona sonriente al inicio del día escolar nos ayuda a ambos! 

Como padres, es difícil ver a nuestro hijo batallar tanto para aprender y afrontar lo que la mayoría vemos como una experiencia infantil normal, ir a la escuela. Es nuestro trabajo abogar por nuestros hijos y encontrar las adaptaciones necesarias para ayudarlos a triunfar. 

Obtén más información sobre cómo abogar por tu hijo en la escuela.