El regreso a la escuela

Como padres de niños con discapacidades, funcionamos con base en la estabilidad y en lo que podemos prever y anticipar. Aunque mi familia ya ha estado dentro de nuestro distrito escolar, volver a la escuela en otoño siempre es un desafío. Representa un cambio en las rutinas y comportamientos para mi hijo, Dom, y para el resto de la familia.

Los periodos de cambio pueden ser difíciles. No saber qué tan efectivas son estas cosas nos causa estrés, y la incertidumbre nos vuelve locos.

Estas son algunas cosas que estamos haciendo para tratar de prepararnos:

• Empezar con tiempo. Regresaremos a la escuela en agosto (esperamos). Mi objetivo es tener todos los papeles y cosas para la transición listos para finales de mayo.
• Ser honestos sobre nuestras preocupaciones. En un mundo ideal, los maestros y directivos de la escuela de Dom están del mismo que la familia. Todos trabajamos juntos para cuidar que tenga todo lo que necesita para tener éxito. Así que es importante ser honestos sobre nuestros temores y enfocarnos en las soluciones. ¿Por qué tenemos estos temores, y qué podemos hacer colectivamente para minimizarlos y manejarlos?
• Controlar mis diálogos internos. Tal vez todos puedan sentirse identificados con mi situación: Siempre estoy pensando en cómo puedo servir mejor a mis hijos y me pregunto si estoy haciendo lo suficiente. Siempre estoy tratando de exprimir hasta la última gota de mi energía para garantizar que tengan lo que necesitan. A veces necesito recordarme que tengo que callar y dejar que mi trabajo hable por mí.

Este último es, por mucho, lo más importante. Es difícil confiar en un plan cuando no sabes cuáles serán los resultados. Pero en eso consiste, es pocas palabras, la tarea de ser padre. Haces lo mejor que puedes en las circunstancias actuales. Y luego tienes fe en tu capacidad y en la de tus hijos de poder hacer frente a los retos de la vida.

Pero la clave de todo esto es estar preparado. Todos hemos escuchado historias de alguien que ha pasado por momentos difíciles al interactuar con un distrito escolar. Y yo las creo todas. No quiero participar en ninguna reunión en calidad de adversario. Lo único que quiero es ser la mejor defensora que mi hijo pueda tener. Las labores de defensa no siempre son fáciles. A veces requieren de hablar de temas difíciles, lo que a su vez requieren de energía mental. Y para tener esa energía mental hay que hacer todo lo necesario para estar mental y emocionalmente sanos.

Así que, ¡deséennos suerte! La temporada de inscripciones ya está aquí, y estamos listos para comenzar.

Haz todo lo que puedas para lograr que tu hijo reciba todos los servicios escolares que necesita.