Extraños entre nosotros

Mi hijo tiene muchas necesidades médicas, esto significa que recibimos visitas de profesionales de la salud todos los días. Aunque tener acceso al apoyo que necesitamos es un privilegio, por otro lado se pierde una gran parte de la privacidad.  

Nuestro hijo Nathan recibe atención médica de varios proveedores. La cantidad de personas que entran y salen de nuestro hogar es diferente cada semana, dependiendo de qué proveedor nos visite. La semana pasada vinieron nueve personas a atender a Nathan. Algunos de los proveedores, los enfermeros, están aquí durante horas. Los otros proveedores vienen una o dos veces a la semana durante 30 minutos o una hora.  

Es difícil renunciar a una parte de nuestra privacidad. A veces se siente como si viviéramos en una pecera. Casi siempre hay alguien en nuestro hogar que puede ver todo lo que hacemos. Nadie de la familia puede correr por sus pantalones al cuarto de lavado en ropa interior. Es más difícil tener una discusión o una conversación íntima cuando hay otras personas escuchando. 

A veces queremos comer algo a medianoche y necesitamos vestirnos antes de ir a la cocina. Hemos tenido unas enfermeras que hablan todo el tiempo mientras tratamos de ver una película o programa. 

A veces puede llegar a ser demasiado. Todos nos escondemos de vez en cuando en nuestras recámaras porque es el único lugar en el que realmente tenemos privacidad, hasta que un proveedor nos toca la puerta porque necesita ayuda. 

Nos apoyamos en los terapeutas y los enfermeros porque ayudan a que Nathan tenga una mejor calidad de vida. Su mejoría tiene un impacto positivo en toda la familia. Los cuidados de los enfermeros nos permiten tomar descansos muy necesarios para poder pasar tiempo de calidad con nuestros otros hijos. Los terapeutas ayudan a Nathan a estirar el cuerpo, esto hace que nos sea más fácil vestirlo y moverlo.     

A pesar de que veo los beneficios que recibe Nathan, a veces deseo no tener que recibir a tantas personas en nuestro hogar. Con el paso de los años, muchas de estas personas han entrado a mi casa como extraños, pero se han convertido en familia y amigos. 

Las familias necesitan tiempo para el cuidado personal. Estas son algunas ideas de cómo hacerlo.