El dilema de las capacidades sociales  

Como madre de un joven con autismo, siempre estoy en la búsqueda de amigos nuevos para mi hijo. Él me dice que está bien, pero sé que hay ocasiones en las que quiere estar con alguien que sea de su edad. Y yo quiero que se junte con personas de su edad. El problema es que él no cuenta con las habilidades sociales para hacer amigos. Creo que, si tuviera uno o dos buenos amigos mejoraría su autoestima, así como toda su vida en general.

Hace unos meses, busqué a un joven que conocí por medio del grupo en el cual soy voluntario. Parecía muy buen muchacho así que lo invité para que nos acompañara a comer y a ver una película.

La salida empezó muy bien. Pero después Ryan empezó a repetir las mismas preguntas y a hablar de los mismos temas una y otra vez. Me di cuenta de que su comportamiento le estaba molestando a nuestro nuevo amigo, pero esperaba que con el tiempo fuera más comprensivo.

No lo vimos por varios meses, pero después nos reencontramos. Se veía muy interesado en que nos juntáramos así que los llevé a comer a uno de nuestros restaurants favoritos. Esta vez las cosas se pusieron mal rápidamente. Nuestro invitado se frustraba cada vez que Ryan repetía algo o se obsesionaba con un tema. Yo pensaba que el joven podría mostrar más paciencia, pero en lugar de eso se puso a jugar un juego en su teléfono e ignoró a Ryan por completo.

Duele tanto cuando la gente ignora a tu hijo. Yo sé que Ryan repite todo lo que dice y se obsesiona con un tema, pero de verdad es un gran muchacho. ¿Es mucho pedir que le tengan un poco de paciencia o que sean amables con él? Aparentemente esa tarde lo era.

No creo que Ryan se dio cuenta de que su “amigo” se estaba portando grosero, pero a mí me rompió el corazón el estarlo presenciando. Tenía tantas ganas de pedirle en privado que guardara su teléfono y que fuera amable. Pero no lo hice pues era obvio que a este joven no le importaba.

No le volveré a pedir a este “amigo” que nos acompañe otra vez. Si Ryan me pregunta por él le explicaré que no tenemos nada en común con este joven y que invitaremos a alguien más la próxima vez que salgamos. ¿Lo entenderá Ryan? No estoy segura. Pero sí sé que no puedo tener cerca de mi hijo a alguien que no lo respeta o muestra ningún interés en él.

Seguiremos buscando hasta que encontremos alguien que tenga empatía social para que pueda ver más allá de la discapacidad de mi hijo y sea su amigo.

Aquí encontrarás más información acerca de las habilidades sociales que le ayudaran a tu hijo a construir amistades.