27 de Julio de 2016 | De: Beth Coke
Categorías: Apoyo para la familia
El duelo. No es una cosa divertida de la cual hablar, pero es necesaria. Me parece que llega en ciclos cuando menos se espera.
Los primeros años de mi hija, estaba tan ocupada con las citas de los doctores y terapistas, que no había tiempo para estar deprimida. No estoy diciendo que no hubo festivales de sollozos en la bañera cuando nadie más estaba cerca, pero no tuve una oportunidad real de pensar las cosas y llorar por aquellas que se habían ido.
Tuve a mi hija y por supuesto que estaba agradecida por eso y por todos los avances que ella estaba teniendo. Pero mi corazón estaba roto por esa otra niña en mi mente- la que tenía las lindas trenzas quien reiría y correría a darme el beso de los buenos días.
La que tendría un primer beso, una primera cita, una fiesta de graduación - y que yo miraría caminar por el pasillo con un hermoso vestido sonriéndole al hombre de sus sueños.
Ella se había ido. En su lugar obtuve confusión, tristeza y un poema sobre Holanda que me hacía querer gritar cada vez que me lo daban.
Recibí un agradecimiento profundo, lecciones de la vida y la felicidad más sincera que nunca pudieras imaginar. La crianza de niños con necesidades especiales de salud es un arma de doble filo.
La aflicción regresa a mí de vez en cuando al ver a una pequeña de la edad de mi hija y desearía que pudiera hacer todas esas cosas. Tengo la suficiente suerte para darme cuenta que necesito tiempo para llorar a esa niña y dejarla salir. Estar triste. Encontrar mi zona de confort, la gente que me da seguridad y dejarlo salir. Estar molesta por ella, por mí, por todos.
Luego, reagruparte y empezar de nuevo. Te vas a consumir por dentro si no lo dejas salir. Tómate el tiempo para llorar. No hay una manera correcta o incorrecta. No hay una cantidad específica de tiempo. No es en "3 meses debería ser suficiente." Tú corazón te dirá cuando ha sido suficiente.
Y también está bien ser feliz. Todos tus sentimientos están bien. Habrá altibajos. Déjalos salir. Acéptalos. Son válidos. Lo estás haciendo muy bien y también vas a salir de esto. Todas las cosas son temporales y esto también pasará.
Este sitio web presenta varios artículos sobre el duelo, incluyendo este.
Trabajar desde casa permite centrarse en las prioridades. Primero, soy cuidador y, segundo, soy todo lo demás.
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Incluso aunque haya pasado mucho tiempo, es importante que los cuidadores empiecen a cuidarse a sí mismos. Ponerme al corriente con mi atención médica y hacer cosas solo para mí me ha hecho sentirme más feliz y saludable.
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¿Quién fue el que dijo: “nada permanece, excepto el cambio”? Ojalá que esa persona pudiera decirnos cómo manejar los cambios a quienes no nos gustan los cambios, ni siquiera los que son buenos.
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