¿A quién buscas cuando necesitas apoyo?

Cuando diagnosticaron a mi hijo, tratamos de hablar de nuestros sentimientos con otras personas. Muchas de las personas trataban de hacernos sentir bien pese a la situación que estábamos atravesando y otros trataban de aconsejarnos cómo lidiar con ella. Lo que realmente necesitábamos escuchar era “No sé qué vaya a pasar, pero aquí estaré contigo”. Solo necesitábamos alguien que escuchara.

Para los padres de niños con discapacidades también es difícil encontrar apoyo con citas y las tareas diarias.  Hay muy pocas personas que son capaces de manejar la estructura que mi hijo necesita. Esto nos ha limitado como padres, por ejemplo, a quien podemos pedirle que nos lo cuide.

Jamás le pediríamos a alguien que lo cuide si no sabe cómo manejar a nuestro hijo. Pasar una tarde esperando nerviosamente que nos suene el teléfono no es nada relajante. Es todo lo contrario. Sabemos pedirle ayuda a las personas que nos pueden apoyar.

No le pedimos ayuda a alguien a quien sabemos no podrá ayudarnos de la forma que necesitamos. Hacer eso nos dejaría con menos energía que antes de pedir ayuda.

Una de las cosas más importantes de recordar cuando eres padres de un niño con discapacidades es escoger tus batallas. Se trata de mantener tu energía emocional. No se trata solo de una conversación. Se trata de saber dónde y cuándo gastar la limitada cantidad de energía emocional que tenemos. Esto también aplica a pedir ayuda y apoyo.

Busca a las personas que sepas te pueden brindar su apoyo de la forma que tú lo necesitas. Aprende a ponerte en contacto con otros padres y crear un sistema de apoyo.