5 de Agosto de 2017 | De: Sharon Brown
Categorías: Diagnóstico y el cuidado de la salud
Una de las decisiones más difíciles que tuve que tomar como padre de un niño con discapacidades fue si debo medicar a mi hijo .
Mi hijo fue diagnosticado a la edad de seis años con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad -TDAH (ADHD, en inglés). Recuerdo ese día como si fuera ayer (a pesar que mi hijo tiene casi 16 años y es estudiante de segundo año de la escuela secundaria). Salí de la oficina del doctor en lágrimas, sosteniendo una receta para el medicamento para tratar el déficit de atención.
Pude conducir a casa, pero estaba tan preocupada con mis pensamientos que conduje en piloto automático. Esperaba el diagnóstico y solicité medicamento, pero una vez estaban en mis manos, desapareció toda la confianza y surgieron los sentimientos de culpa y los cuestionamientos.
Coloqué la prescripción en la gaveta del escritorio e intenté continuar como antes… antes de la cita médica. Estaba pasando un momento difícil al vivir el estigma de que el TDAH fuera el resultado de una mala crianza. El otro estigma con el cual tuve dificultades luchando fue con la creencia de que “los padres que medicaban a sus hijos eran perezosos”.
Luego de unos días inmersa en mi dilema, pude ver más allá de los estigmas. Pude ver lo que mi hijo necesitaba y que era lo mejor para él. Tenía solamente seis años y ya tenía la autoestima baja.
Uno de sus síntomas del TDAH es el no tener control de sus impulsos. Esto lo hace sentir mal con relación a si mismo porque quería ser capaz de controlarse y tomar buenas decisiones. Ya habíamos utilizado técnicas de modificación de conducta las cuales le había ayudado de cierta manera, pero no fueron suficientes. Era un desbalance químico que estaba más allá de su control. La medicación ayudaría con esto.
Él necesitaba más ayuda y era mi trabajo asegurarme que él la obtuviera. Era mi trabajo darle todas las herramientas para que tuviera éxito. Resulta que fue una de las mejores decisiones que he tomado como madre.
Mi trabajo es velar por sus intereses y asegurarme que obtenga los servicios y atenciones de salud que él necesita. Mi hijo tiene un desorden que requiere medicación igual que cualquier otro problema de salud. Él necesitaba su medicación igual que la necesita alguien con la presión sanguínea alta.
Mi mejor consejo es recordarte que confíes en ti mismo. Algunas veces el poner las decisiones finales a un lado por un día o dos puede ayudar. Obtén toda la información y después tómate el tiempo que necesites para estar sentirte satisfecho con tu decisión.
Conectarse con otros padres puede ayudar a tomar esas decisiones. Consulta, estar en contacto con otros padres de niños con discapacidades en este sitio web.
Cepillarle los dientes a tu hijo desde una edad temprana puede mantenerlo saludable y con dientes fuertes. Los niños con discapacidades a menudo necesitan ayuda adicional con la higiene bucal.
Categorías: Diagnóstico y el cuidado de la salud
Las decisiones de atención médica deben basarse en las necesidades de los pacientes, no en su edad. Los pacientes pediátricos son tratados en función de su tamaño. La dosis correcta de un medicamento se determina usando su altura y peso. El equipo está dimensionado para su seguridad y comodidad.
Categorías: Diagnóstico y el cuidado de la salud
El autismo puede provocar miedo, pero no se compara con las convulsiones.
Categorías: Diagnóstico y el cuidado de la salud, Apoyo para la familia