Higiene bucal para niños con discapacidades

Regularmente a un bebé le salen los primeros dientes a los 6 meses. Este es un buen momento para programar una cita con el dentista. Quizás te preguntes, “¿qué pasa si todavía no tiene dientes?”. No hay problema. Al ver a tu hijo a una corta edad, el dentista puede comenzar a evaluar su boca y a darte consejos sobre cómo cepillarle los dientes. Hacerlo ayudará a reducir el riesgo de caries.

Una manera de reducir la posibilidad de caries es cepillar los dientes del bebé con una pequeña cantidad de pasta dental con flúor. Otra manera de hacerlo es limitar la cantidad de azúcar que consume tu hijo. La moderación es la clave. 

Por ejemplo, después de que le salgan las primeras muelas al bebé, normalmente entre los 12 y 18 meses, es importante evitar el biberón con leche durante la noche. Nuestra recomendación es diluir la leche con agua. Por ejemplo, para la toma de la noche puedes comenzar con tres cuartos de leche y un cuarto de agua, y luego aumentar lentamente la porción hasta que sea solo agua. 

Los padres también deben estar al tanto de los medicamentos que toma su hijo a diario. A algunas medicinas en líquido se les añade azúcar para mejorar su sabor. Algunas medicinas pueden causar sequedad en la boca. Si este es el caso, los padres deben hacer que su hijo se cepille los dientes o beba agua después de tomar la medicina.

Los niños con necesidades médicas especiales tienen mayor riesgo de problemas de salud bucal. Sus dientes de leche se podrían retrasar y tardar mucho en salir. Esto podría provocar que los dientes salgan torcidos o amontonados. 

Todo esto puede dificultar que los padres o cuidadores se mantengan una limpieza dental adecuada. Hay una mayor probabilidad de que el niño rechine los dientes cuando tiene alguna discapacidad. Esto puede causar que el esmalte se dañe, provocando dolor o incluso que se tenga que extraer el diente.

Podría ser necesario un tratamiento dental dependiendo del tamaño de la caries. Un tratamiento puede ir desde poner empastes hasta extraer el diente. 

Muchos padres piensan: "No importa. Son solo dientes de leche y volverán a crecer". Sin embargo, dejar las caries puede causar dolor y provocar una infección. Los dientes de leche sirven como separadores que dejan suficiente espacio para que salgan los dientes permanentes. Si se extraen los dientes de leche, existe la posibilidad de que no haya suficiente espacio para los dientes permanentes y el niño podría necesitar ortodoncia. 

La buena higiene bucal empieza en casa. Si le enseñas a tu hijo a cepillarse, a usar el hilo dental y a visitar al dentista con frecuencia, seguirá teniendo los buenos hábitos a medida que crezca. Sí, cuando tu hijo es bebé, puede ser difícil cepillarle los dientes porque tienden a zafarse. Pero esta es una batalla que debes ganar. 

Los padres siempre pueden pedir consejos y tácticas a sus dentistas o asistentes dentales. Recuerda que es importante cepillar los dientes durante dos minutos, dos veces al día.

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