Que padres de niños con problemas de salud mental deben saber, según los expertos en salud mental

Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio; en ese momento, no sirve de nada fingir que no pasa nada, ni disculparnos diciendo que aún no estamos preparados. El desafío no espera. La vida no ve hacia atrás”.

-Paulo Coelho, El demonio y la señorita Prym

La primera vez que me preguntaron esto, no podía más que pensar en una de las mujeres más extraordinarias que he conocido en los años que he trabajado en esta profesión. Al pensar en la jornada que recorrió esta mujer, puedo decir que es “una mujer de hierro”.

Cuando conocí a Jane por primera vez, estábamos en su casa, sentadas platicando. Me empezó a contar sobre su jornada y las circunstancias que la llevaron hasta las puertas de una institución de salud mental. Me contó que en su familia había un historial de casos de familiares que habían sufrido de trastornos mentales y me explicó cuál era la situación actual de sus hijos. Me dijo que se sentía perdida y desamparada – sentía que no era un buen padre de familia, que no era buena madre ni buena hija, todo al mismo tiempo. Durante nuestra conversación describió todo lo que hacía, las responsabilidades diarias que tenía que desempeñar. La jornada que recorrió esta mujer la llevo a ser víctima de abuso, le causó angustia, dolor e incertidumbre. Me explicó que estaba buscando servicios para su familia y que deseaba encontrar una solución a lo que ella veía como una “situación imposible”. Jane se describía a sí misma de varias formas, más sin embargo yo la veía como una persona valiente, fuerte, inquebrantable y audaz.

Contar la historia de Jane me lleva a la respuesta de mi pregunta: “¿Qué deseo que los padres supieran antes de venir a su primera cita?”

1. El hecho que has llegado a visitarnos, no significa que has fallado. No significa que hayas fallado como padre de familia, como persona o como un ser querido. Significa que te armaste de valor y fuerza para encaminarte en un camino que puede llevarte a una recuperación.
2. La recuperación es diferente para cada persona que entra por nuestra puerta. Puede consistir en: sentarse a cenar con la familia; no perder tu empleo; o sacar mejores calificaciones. Quiero que las familias entiendan que el éxito varía de persona a persona y se define de diferentes maneras, pero juntos podemos colaborar para alcanzarlo.
3. Quiero que las familias sepan que al tratarse de servicios para salud mental, no hay tal cosa como juzgar. Nadie va a pedir que la historia o vida de una persona sea perfecta. El personal entiende que nadie es perfecto, ninguna familia o individuo, y por tanto no se espera perfección de nadie. Quiero que los miembros de las familias puedan hablar abiertamente sin temor de que los juzguen, y que además sepan que lo que dicen cuenta. Yo entiendo que para ellos, buscar ayuda y pedir servicios es lo más difícil que han tenido que hacer.
4. Quiero dejarles saber a las familias que consideramos a su hijo o ser querido como más que un simple diagnóstico. Que para nosotros es un individuo con fortalezas, necesidades y habilidades. Quienes somos profesionales en salud mental identificaremos lo que necesitan y juntos podemos colaborar para crear un plan específico y hecho a su medida para su recuperación.
5. Este es un entorno amoroso y esperamos que las familias se sientan a gusto, seguras en saber que pueden expresarse sin sentir temor, vergüenza o culpabilidad. Cuando busques los servicios de salud mental que necesitas, quiero que tú y tu familia se sientan empoderados y que no se sientan desalentados o derrotados. 

Los padres de familia y sus hijos seguramente ven el camino de la recuperación como un camino difícil, agotador, incierto y desalentador. Sin embargo, si reciben los servicios de salud mental que necesitan el camino puede convertirse en un camino con mayor claridad, bien definido y lleno de esperanza. Tomar este camino sin duda requiere que uno tenga mucha fuerza y valor, pero con el apoyo de la familia, las amistades, los profesionales y la comunidad, tú y tu hijo verdaderamente pueden lograrlo.